Cristina Silvente* 04/11/2011
El papel del hombre (o de la pareja, en caso de ser otra mujer) ha estado muchas veces abandonado en el tema del embarazo, parto y postparto.
Se ha pasado de no estar para nada presente, a querer que esté siempre, pero sin tener en cuenta las características de cada padre. Se ha visto obligado a estar en el parto, pero en muchos lugares, en los cursos de “educación maternal” no participan, y, por lo tanto, no reciben una preparación para la paternidad. ¿Qué se espera de ellos? ¿Qué esperan ellos?
Michel Odent, un reconocido obstetra francés afincado en Reino Unido,afirma que la presencia del hombre en el parto puede ser negativa. Según este autor de numerosas publicaciones en torno al parto no medicalizado, la presencia del hombre produce adrenalina, poniendo a la mujer tensa y enlenteciendo la producción de oxitocina, una de las hormonas responsables del parto. De hecho, no habla sólo de la pareja, sino de cualquier hombre.
Es lógico pensar que si el dar a luz es un acto femenino, que si el cerebro femenino y el masculino son diferentes, no se puede pretender que los hombres se comporten en el parto de la manera que lo haría una mujer, ni que la mujer siga el ritmo y formas de actuar del hombre.
Está claro que si preguntamos al público general habrá diversidad de opiniones y de experiencias, desde las mujeres que están más tranquilas si está la pareja, como las que no, desde los hombres que desean y saben estar en el parto, hasta los que les da miedo, y así hasta alcanzar todas las opciones posibles. De modo que a la pregunta sobre si el hombre debería estar presente en el parto, la respuesta debería ser “depende”.
La incertidumbre bloquea la oxitocina
Para muchas mujeres, su pareja es un apoyo positivo y de hecho, en las relaciones íntimas, seguramente la oxitocina se segregará armoniosa. Y en el parto no dejará de ser lo mismo. Si la mujer se siente apoyada, mimada, seguramente su oxitocina no se verá impedida. Ahora bien, se debería tener en cuenta que no todas las relaciones de pareja son armoniosas, los conflictos siguen existiendo a pesar de estar embarazada, y si existe violencia en la pareja, sea psicológica y/o física, ésta seguirá presente en el nacimiento. Y, aunque no haya conflicto o violencia, la forma de hacer, actuar, la forma de hacer frente a la adversidad, de buscar y utilizar recursos para estar relajada/o pueden ser muy diferentes.
Por otro lado, algunas mujeres están más preocupadas por sus compañeros que por ellas mismas. Esta preocupación podría incidir en el parto, enlenteciéndolo, o haciéndolo más doloroso. Se sabe que la incertidumbre activa la adrenalina y ésta bloquea la oxitocina que nombrábamos antes.
Se debería tener en cuenta la propia historia del hombre, su relación con los hospitales o actos médicos, con el dolor. Porque estos factores tendrán una incidencia en su estar durante el parto (más tranquilo y relajado, más alerta, más invasivo y controlador, más reconfortante…). No hay que olvidar que esta vivencia también puede ser traumática para ellos. Algunas investigaciones empiezan a hablar de casos de Trastorno de Estrés Postraumático también en los hombres o acompañantes al parto. De hecho esta “traumatización secundaria” también la pueden padecer los mismos profesionales sanitarios que asisten al nacimiento, como demuestra la evidencia científica.
Se sienten desubicados
De hecho, un parto traumático podría ser responsable de la depresión postparto en el hombre que hablan algunos autores, como el mismo Odent.Algunos hombres caen enfermos tras el parto signo de haber pasado un gran estrés emocional. O se sienten desubicados, abandonados a veces, bajos de energía. Al igual que en las mujeres, las causas de depresión pueden ser múltiples. Está claro que el nacimiento de un hijo/a tiene un gran impacto en el otro miembro de la pareja y en la pareja en sí.
En cualquier caso, algunas propuestas serían que la pareja participara igual en la preparación a la maternidad/paternidad; que se pudiera hablar de su papel en el parto; que, aunque se tenga en cuenta que la que pare es la mujer, se pudiera hablar de ello con el equipo que atienda el nacimiento, despejándose así dudas; y valorar los roles de cada uno, de lo que se espera de cada parte, de las necesidades para una experiencia satisfactoria.
Vaya, Cristina, la verdad es que mi marido me ha comentado que en ocasiones se ha sentido realmente perdido.
Nos apuntamos las propuestas para la próxima vez!!! En cualquier caso, de los errores se aprende…
Saludos,
Vanessa, yo he visto muy buenos resultados en cursos de preparación a la maternidad y a la paternidad donde la pareja asistía por igual y donde cada miembro tenía su lugar, su valor y su voz. A veces las mujeres nos adaptamos a la nueva situación «por narices», porque el cuerpo nos lleva, por decirlo de alguna manera, y, sin embargo, ellos tienen su propio proceso de adaptación.
Sobre el papel del padre en la paternidad, aquí un artículo interesante de un papá Psicólogo que me gusta mucho:
http://psicologiaceibe.blogspot.com.es/2011/03/el-perro-verde-el-rol-de-los-padres-en.html
Saludos
Gracias!!!
Gracias Cristina por la mención al blog…que buenas reflexiones no?
Efectivamente, como hombre comparto: «depende». ¿Cual es la razón por la que el hombre estará presente en el parto?
¿Por que lo desea profundamente, porque su hij@ solo nace una vez en la vida? ¿porque se lo ha pedido su chica? porque el ginecologo lo ha sugeriodo o directamente le ha preguntado,¿ que vas a hacer tu?
¿porque socialmente vende mucho ser hombre modernisimo, pero maldita la hora que se le paso por la cabeza?
Dices con razón, un futuro Papá que no ha estado en todo el proceso presente, excepto en la concepción y encima no se acuerda, que no conoce al gine de su pareja, que «no ha podido» ir a los talleres de preparación al parto, «que no tiene tiempo» para leer todo lo que ella está leyendo…éste igual es mejor que no este…
Resentir a tu pareja mientras estás pariendo no creo que ayude mucho…
En todo caso, podemos empezar por el principio…demos información, compartamos desde el primer minuto, no nos perdamos ni una ecografía, leamos con ellas y para ellas, hablemos con otros hombres, desnudemos nuestros miedos, seamos honestos…y quizá entonces ya no nos tendremos que hacer esta pregunta que hace tu post…solo quizá.
No pude estar en ninguno de los 2 partos de mis hijos. Cesareas innecesareas me dejaron suplicando y muerto de miedo a la puerta del quirófano. Rogué, exigi, pedí…solo en un banco viejo me quedé.
En el curso de preparación al parto le pregunté al médico que daba las clases, si él creía que el ginecologo me dejaría a mi con mis manos sacar al niño, respetando todos los protocolos, etc…me dijo que nunca le habían hecho esa pregunta…
Besos mil Cristina
Nos seguimos leyendo
Alejandro Busto Castelli
Ay, Alejandro…cuántas cosas por cambiar, mejorar, verdad? Y qué te contestó aquel ginecólogo? Es muy significativa su expresión…Ya dije antes que mi experiencia en cursos de preparación a la maternidad Y PATERNIDAD había sido muy buena y daba lugar a que el padre tuviera también su lugar desde el principio y no sólo aguantando las flores. Siempre hablamos las mujeres sobre los hombres y pocas veces se escuchan a los hombres como protagonistas. Así que agradezco tu voz.
Chicos, habrá que escribir «La Paternidad y el encuentro con la propia sombra»… a ver si conseguimos entre todos y todas ubicar también a los hombres cuando se dan de bruces con su propia realidad emocional al ser padres.
Ana, no hace falta colocarlos en la sombra, no? Que luz también habrá o podrán aportar…;-)))
Algo andamos algunos haciendo por ahi…dentro de poco, novedades….
Muy bien, Ale, muy bien. pues esperamos noticias!!
Efectivamente si no ha estado presente en ningún momento del embarazo no veo porque tendría que estar en el parto, creo que es algo obvio, de hecho es la única excusa que se me ocurre para que no esté en el, al igual que en los casos de maltratos etc. En mi caso mi pareja estuvo a mi lado durante todo el embarazo acompañándome a las citas con la gine etc. y apoyandome en todo momento, entonces cuando llegó el parto estuvo presente al igual que lo estuvo los nueve meses anteriores y fue una experiencia maravillosa, mi parto (el primero) fue increiblemente rápido sin epidural casi sin puntos, vamos que entré a las 3 de la madrugada a sala de partos y di a luz a las 3:15 por lo tanto la presencia de el padre en mi caso fue enormemente positiva, en general estoy deacuerdo con el artículo aunque no comparto eso de la depresion del hombre del miedo del hombre al dolor a la sangre etc. Que diga que si no ha participado en el embarazo no esté presente en el parto lo entiendo, pero de ahí a hablar de miedos al dolor depresiones etc…y la mujer que es la que tiene que pasar por ello y que tenga miedos al dolor etc, como se supone que debe salir tras un parto? me parece una postura algo egoísta….un saludoo